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Revisitando las lecturas y actividades propuestas durante el trayecto formativo y analizando las experiencias que se han llevado a cabo desde el 2020 hasta este momento, consideramos que ha sido fundamental la capacidad de adaptación que ha tenido cada integrante de la comunidad educativa desde los distintos roles y funciones. Si bien se han observado dificultades, se destaca que las experiencias vivenciadas durante la pandemia y la post pandemia han reforzado aquellas ideas que ya se venían trabajado, como ser:

- La necesidad imperativa de la inclusión efectiva y genuina de las TIC en el aula.

- La importancia del trabajo en equipo y del desarrollo de variadas y diversas competencias.

Tomando la institución como el lugar de análisis y la reflexión de las prácticas educativas consideramos que todas las voces son importantes. También proponer variadas actividades que incluyan la búsqueda de información que permitan abrir debates desde donde surgirán las conclusiones. Es oportuno que el docente intervenga lo menos posible y aprenda con sus estudiantes, que puedan realizar sus propias producciones y que la transformación nos lleve a innovar en educación. El hecho educativo es especialmente comunicacional. Debemos comunicarnos, interactuar y construir en la interlocución.

Si tenemos en cuenta la gestión institucional de las TIC para la enseñanza y el aprendizaje consideramos importante incluir las herramientas que nos provee la tecnología, realizando un posterior trabajo reflexivo sobre las construcciones que permitan abordar los conocimientos que se quieren construir, fomentando los procesos de retroalimentación y comunicación recíproca con los estudiantes.

El diseño de propuestas didácticas que incluyan a todos los estudiantes es fundamental para una Nueva Escuela. Promoviendo el trabajo en equipo, fomentando el desarrollo de diferentes estrategias de exploración para la resolución de problemáticas cercanas a su realidad.

Este trayecto de formación nos permitió analizar, revisar y reflexionar nuestras practicas educativas a la luz de los diversos autores, ver la importancia de la buena gestión y gobierno de nuestras instituciones ya que en el periodo de pandemia cambio el sentido de la escuela tradicional, la vida de las instituciones educativas y sus actores; lo previsto, lo acordado, lo establecido debió ser replanteado de manera inmediata, sin tener certeza de los resultados, con futuro incierto , con pocas herramientas y metodologías escasas debimos planificar, armar diversas propuestas para llegar a cada estudiante según sus recursos y posibilidades, partiendo de que uno nunca sabe demasiado del otro, así construimos o tratamos de hacer lo mejor para que cada estudiante pueda realizar una trayectoria académica acorde a sus necesidades, su entorno familiar, sus habilidades digitales (cultura digital) y posibilidades, se apuntó y se sigue haciendo, el diseño de propuestas didácticas que incluyan a todos/todas las estudiantes incluyendo modelos de integración de tecnologías en la enseñanza, poniendo en marcha la gestión institucional de las TIC para la enseñanza y el aprendizaje.

La tarea en diálogo con la función.

Consideramos que a diario hay que poner en diálogo la tarea con la función. Encontrar ese espacio para analizar, autoevaluarnos, desde la perspectiva de Ardoino, él reconoce la situación como: Aquello que da lugar a la interrogación acerca del sentido de lo que sucede. Lo que sucede en un sentido amplio: prácticas, logros, condiciones; como también lo que sucede en un sentido más acotado: que se vincula con la esencia del propio trabajo. Es decir: interrogar lo cotidiano, no sólo en términos materiales, sino también en términos simbólicos; para generar un conocimiento nuevo sobre lo conocido. Desde este lugar se analiza la situación a partir de la selección de categorías teóricas, que posibiliten delinear caminos alternativos.

 

 

La cultura digital y las nuevas formas de enseñar y aprender:

y aprender:

 

Ya nos quedó claro que la tecnología no actúa sola y para lograr una integración efectiva es necesario que antes preparemos el escenario y seleccionemos bien a sus coprotagonistas. Los medios, materiales y tecnologías a utilizar cobran especial relevancia; ya que será a partir de éstos dónde deberemos poner en juego lo que Francisco Gutiérrez y Daniel Prieto Castillo (1999) denominan la “mediación pedagógica”. Será tarea de los equipos supervisivos, directivos y docentes analizar y valorar los recursos y las mediaciones pedagógicas más apropiadas, de acuerdo a las situaciones y condiciones de cada comunidad educativa.

En las salas y aulas, es el docente quien introduce el tema, lo explica, retoma, profundiza plantea actividades, promueve el diálogo y el intercambio, evalúa; es decir, es quien media pedagógicamente el contenido a enseñar para hacer posible su aprendizaje. Aquí, los medios, materiales y tecnologías tienen una función, podríamos decir, complementaria; en tanto facilitan o contribuyen a la mediación pedagógica que lleva adelante el docente. (Documento 2)

“El criterio para definir las actividades, así como los recursos y herramientas

digitales, dependerá de los objetivos y contenidos de la unidad didáctica y las posibilidades de interacción sincrónica– asincrónica y no a la inversa. Educadores

y educadoras tomarán la decisión de qué herramientas o aplicaciones

tecnológicas utilizar para llevar a cabo sus objetivos pedagógicos y curriculares

de acuerdo con el contexto en el que se manejen.”

Educar.SE. Claves y caminos para enseñar en entornos virtuales, Capítulo 2. Página 24.

 

 

 

 

 

Los saberes que se valoran como significativos para habitar las instituciones educativas

En la escuela secundaria actual es necesario reflexionar sobre cuál es el saber que queremos que nuestros/as estudiantes construyan, para lo cual será necesario replantearnos nuestras prácticas docentes, intentando desterrar las tradicionales que promueven la mecanización y memorización, promoviendo una reflexión epistemológica, curricular y metodológica.

Para seleccionar el mejor recurso educativo digital es primordial saber explorarlos desde una mirada pedagógica, desde un saber disciplinar. Aquí es cuando el/la docente debe saber organizar, seleccionar y valorar cada uno de los recursos que seleccione. Las competencias desarrolladas por los jóvenes fuera de la escuela se deberían recuperar y “explotar” dentro del aula.

La tarea en diálogo con la función.

Consideramos que a diario hay que poner en diálogo la tarea con la función. Encontrar ese espacio para analizar, autoevaluarnos, desde la perspectiva de Ardoino, él reconoce la situación como: Aquello que da lugar a la interrogación acerca del sentido de lo que sucede. Lo que sucede en un sentido amplio: prácticas, logros, condiciones; como también lo que sucede en un sentido más acotado: que se vincula con la esencia del propio trabajo. Es decir: interrogar lo cotidiano, no sólo en términos materiales, sino también en términos simbólicos; para generar un conocimiento nuevo sobre lo conocido. Desde este lugar se analiza la situación a partir de la selección de categorías teóricas, que posibiliten delinear caminos alternativos.

 

 

La cultura digital y las nuevas formas de enseñar y aprender:

y aprender:

 

Ya nos quedó claro que la tecnología no actúa sola y para lograr una integración efectiva es necesario que antes preparemos el escenario y seleccionemos bien a sus coprotagonistas. Los medios, materiales y tecnologías a utilizar cobran especial relevancia; ya que será a partir de éstos dónde deberemos poner en juego lo que Francisco Gutiérrez y Daniel Prieto Castillo (1999) denominan la “mediación pedagógica”. Será tarea de los equipos supervisivos, directivos y docentes analizar y valorar los recursos y las mediaciones pedagógicas más apropiadas, de acuerdo a las situaciones y condiciones de cada comunidad educativa.

En las salas y aulas, es el docente quien introduce el tema, lo explica, retoma, profundiza plantea actividades, promueve el diálogo y el intercambio, evalúa; es decir, es quien media pedagógicamente el contenido a enseñar para hacer posible su aprendizaje. Aquí, los medios, materiales y tecnologías tienen una función, podríamos decir, complementaria; en tanto facilitan o contribuyen a la mediación pedagógica que lleva adelante el docente. (Documento 2)

“El criterio para definir las actividades, así como los recursos y herramientas

digitales, dependerá de los objetivos y contenidos de la unidad didáctica y las posibilidades de interacción sincrónica– asincrónica y no a la inversa. Educadores

y educadoras tomarán la decisión de qué herramientas o aplicaciones

tecnológicas utilizar para llevar a cabo sus objetivos pedagógicos y curriculares

de acuerdo con el contexto en el que se manejen.”

Educar.SE. Claves y caminos para enseñar en entornos virtuales, Capítulo 2. Página 24.

 

 

 

 

 

Los saberes que se valoran como significativos para habitar las instituciones educativas

En la escuela secundaria actual es necesario reflexionar sobre cuál es el saber que queremos que nuestros/as estudiantes construyan, para lo cual será necesario replantearnos nuestras prácticas docentes, intentando desterrar las tradicionales que promueven la mecanización y memorización, promoviendo una reflexión epistemológica, curricular y metodológica.

Para seleccionar el mejor recurso educativo digital es primordial saber explorarlos desde una mirada pedagógica, desde un saber disciplinar. Aquí es cuando el/la docente debe saber organizar, seleccionar y valorar cada uno de los recursos que seleccione. Las competencias desarrolladas por los jóvenes fuera de la escuela se deberían recuperar y “explotar” dentro del aula.

Considerando que la escuela tiene como esencia la enseñanza y el aprendizaje. Es de fundamental importancia pensar cómo la cultura digital influye sobre nuestras prácticas de enseñanza.

El diseño de propuestas didácticas que incluyan a todos los estudiantes es un desafío permanente y requiere de la reflexión constante del docente.

Si algo nos dejó la educación en pandemia es desmitificar la idea de que los estudiantes, por el solo hecho de ser jóvenes, son “nativos digitales” teniendo que considerar ciertas competencias y habilidades de las TICs, necesarias a incorporar en las prácticas educativas. Como escuela debemos incorporar la idea de un tiempo flexible, considerar y valorar el tiempo vivido, subjetivo. Esta noción nos permite pensar en los tiempos del proceso enseñanza-aprendizaje a partir de las singularidades de cada estudiante, en un marco temporal policrónico nos ayuda a elaborar un currículum más flexible y diversificado. Hacer el ejercicio de priorizar los contenidos y las competencias que deben ser adquiridas, nos ayuda a pensar nuestras prácticas docentes desde la complejidad, fomentando el trabajo interdisciplinario y la mirada ciclada de la educación. Estas nuevas formas de la educación son más respetuosas de los tiempos y trayectorias de todos los estudiantes.

 La pandemia y la excepcionalidad que estamos viviendo no sólo pusieron en evidencia la necesidad de recrear nuestras formas de enseñar, sino que también implicó pensar las formas y contextos en los que los alumnos aprendan. Nos obligó a repensar nuestras propuestas pedagógicas diseñadas para un escenario presencial y trasladarlo a un escenario virtual, las tecnologías pasaron de ser complementarias a convertirse en nodales para los procesos de enseñanza y aprendizaje.

 

Reinoso, José. Asesor pedagógico de la Escuela Secundaria n° 14 "Paracao"

Si algo nos dejó la educación en pandemia es desmitificar la idea de que los estudiantes, por el solo hecho de ser jóvenes, son “nativos digitales” teniendo que considerar ciertas competencias y habilidades de las TICs, necesarias a incorporar en las prácticas educativas. Como escuela debemos incorporar la idea de un tiempo flexible, considerar y valorar el tiempo vivido, subjetivo. Esta noción nos permite pensar en los tiempos del proceso enseñanza-aprendizaje a partir de las singularidades de cada estudiante, en un marco temporal policrónico nos ayuda a elaborar un currículum más flexible y diversificado. Hacer el ejercicio de priorizar los contenidos y las competencias que deben ser adquiridas, nos ayuda a pensar nuestras prácticas docentes desde la complejidad, fomentando el trabajo interdisciplinario y la mirada ciclada de la educación. Estas nuevas formas de la educación son más respetuosas de los tiempos y trayectorias de todos los estudiantes.

La docencia entrerriana se encuentra hoy atravesada por un nuevo desafío iniciado en el 2020, esto nos condujo a un nuevo camino marcado por las Tecnologías de la Información y la Comunicación.

Estos vertiginosos cambios y desarrollos tecnológicos nos enfrentan, como lo plantea Carina Lion (2020), a escenarios atravesados por la incertidumbre y la complejidad, y contemplan dimensiones de lo social, lo político, lo económico, lo epistemológico, lo cultural y lo educativo. “Nos vinculan con la provisionalidad del conocimiento y la interpelación de cualquier tipo de determinismo: incluso el tecnológico”. (p.19)

Cómo Institución y más allá del contexto, son menester los trabajos colaborativos que resultan de estrategias significativas dado que su valor reside, principalmente, en la centralidad de las interacciones, el diálogo y la construcción social, que sin duda se potencian cuando se las combinan con el trabajo en red que ofrece las TIC que favorecen la ubicuidad, la ruptura de los límites espacio-temporales, la facilidad para documentar y transparentar procesos, buscar y compartir información o la elaboración colectiva de una producción en diferentes formatos (Caldeiro, G. P. 2013)

Pensar en el sentido de la escuela hoy ha sido la pregunta central en cada década de cada siglo desde la existencia de la escuela pública y hoy nos enfrentamos a ella saliendo de una pandemia como lo fue y lo es el COVID-19 y es por ello que resulta diferente de otros tiempos. La interrupción de la presencialidad en las escuelas nos llevó a modificar no sólo el espacio escolar sino también el tiempo donde cada docente abrió las puertas de su hogar y flexibilizar los tiempos ya estipulados y no sólo eso, sino que también se tuvieron que hacer diferentes gestiones mediadas con TIC desde los equipos directivos hasta los equipos docentes poniendo en juego habilidades digitales que no todos poseían pero dado el contexto, tuvieron y tuvimos que adquirir.

En ese contexto tan diferente del acostumbrado, los equipo docentes nos vimos en la necesidad de reflexionar sobre prácticas docentes que no podían tener lugar dadas las restricciones en los tiempos y espacios escolares y también se tuvieron que adecuar los medios para llegar a todos los estudiantes: a los que estaban conectados y seguín las clases virtuales y a los que no. A los que contaban con apoyo familiar y a los que no.

En las instituciones escolares el "tiempo escolar" es un devenir que tiene otras lógicas, es el tiempo en el que interesa porque sucede algo. Podemos vincular ese "algo" con situaciones en donde la problematización y las preguntas son las principales herramientas. Esto permite remitirnos a pensar que esas situaciones también pueden presentarse desde la virtualidad o en el tiempo extra que dedica el estudiante, por ejemplo mediante un espacio virtual donde se publican materiales con consignas que habilitan prácticas de intercambio, a esto lo podemos llamar "aulas aumentadas". Espacios que habilitan la reflexión desde la virtualidad o presencialidad.

El paso acelerado a la modalidad remota puso al desnudo la existencia o no de políticas jurisdiccionales en la materia, la dotación en cuanto a equipos y capacidades, como la existencia de ambientes apropiados, tanto de las familias como de los docentes, para hacer frente a un cambio abrupto de modalidad.

Desde la institución se trató de subsanar las desigualdades de conectividad mediante cuadernillos enviados desde el Estado, videos y programas de tv educativos para garantizar la continuidad de una escuela remota, tratando de llevar la escuela a casa.

Dificultándose los vínculos entre docentes y alumnos, se miró con desconfianza la incorporación de las TIC´s, ya sea porque se asoció a intereses mercantiles, a contenidos pro-formateados o porque reivindicaban de modo absoluto el papel socializador de la escuela presencial, comenzaron aceptar la existencia y el papel que podían cumplir los medios digitales y las redes sociales, incluyendo opiniones que no fueron pensadas para la escuela pero que sirvieron en la coyuntura y a las que se asignó un significado pedagógico.

Tenemos la necesidad de relacionar de otra manera a los actores sociales e institucionales, al Estado y a las TIC disponibles, teniendo en cuenta el despliegue de la subjetividad propia de los actores, flexibilizando estrategias, tiempos, explorando nuevos caminos para llegar a una nueva escuela.

El sistema educativo tuvo que adecuarse y recurrir a todos los recursos disponibles para seguir sosteniendo las trayectorias escolares. Esta crisis institucional, nos obligó a repensar nuestras propuestas pedagógicas, adecuando a un escenario de dualidad, donde las tecnologías pasaron de ser complementarias a convertirse nodos para los procesos de enseñanza y aprendizajes. Para ello, los acuerdos didácticos fueron fundamentales para establecer un trabajo colaborativo y encauzar las trayectorias curriculares. La fusión curricular de las TIC como proceso de hacerlas enteramente parte del currículo, es esencial para un uso armónico y funcional de este nuevo modo de escolaridad donde requiere un minucioso trabajo de planificación que permita maximizar los procesos de enseñanza significativos y reales. En este contexto donde se acuerdan los modos de acompañar los procesos diversos y singulares, cada área debe definir desde la simultaneidad, la heterogeneidad, con nuevas alternativas o formas de agrupamientos flexibles. Donde plasmar en una narrativa el plan de acción desde lo organizativo, lo pedagógico y lo administrativo en una institución, es una oportunidad de pensarse; como posibilidad de conservar experiencias y compartir. Es una práctica reflexiva de un trabajo que implica a todos los actores institucionales y habilita a participar colaborativamente del quehacer educativo.

Concordia, E.S.N°19"Grala.J.Azurduy", Entre Rios

En las instituciones educativas debe ser crucial el lugar del análisis y la reflexión de las prácticas educativas; en tanto evaluación de nuestra labor docente, con el objetivo de mejorar las mismas. Estos últimos años han sido complejos para todo, y en especial ha sido todo un desafío llevar adelante practicas innovadoras utilizando las TIC para la enseñanza y el aprendizaje. Una de las principales dificultades con las que el plantel docente se encontró, fue el escaso conocimiento de las herramientas digitales. Los procesos de aprendizajes, enseñanza y evaluación fueron cambiando, adaptándose a la nueva realidad, hubo cosas de la pandemia que quedaron y otras que no, lo ideal es quedarse con lo positivo y productivo.

 

Celeste Velazquez. Esc. Sec. N° 15 "De la Baxada del Paraná"

La tarea del diálogo en la función:

"Si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo" A. Eintein

 

Para que la formación de nuestros estudiantes sea significativa, debemos trabajar colaborativamente en base de un Proyecto Educativo Institucional que incluya no solo la Formación Técnico Profesional, sino también una formación inclusiva y de calidad. Una de las necesidades como secundario técnico es la vinculación con el mundo del trabajo, nuestros estudiantes deben desarrollar y evidenciar las capacidades necesarias para involucrarse en dicho mundo, y es ahí donde debemos revisar nuestras miradas en las dimensiones organizativas, institucionales y didáctico - pedagógicas trabajando articuladamente en función de esas capacidades relacionadas a las incumbencias profesionales según cada especialidad. Cada acuerdo que se piense y escriba debe suponer un compromiso profesional de todos los docentes y directivos involucrados, cada uno en su función, con un seguimiento preciso y una evaluación continua para su revisión y continuidad en pos de favorecer las trayectorias educativas de los actores principales que son nuestros estudiantes.

Al revisitar el camino transitado sobre los nodos desarrollados, seleccionamos las categorías: el tiempo escolar (Nodo institucional), la gestión de las TIC para la enseñanza y el aprendizaje (Nodo digital) y la reflexión sobre las prácticas docentes (Nodo pedagógico didáctico).

Las nuevas configuraciones de organización, en especial del tiempo escolar, requiere pensarse permanentemente, ya que es móvil, dinámico y multidimensional, son múltiples los factores que actúan en él y que son necesarios pensar para dotar de nuevos sentidos el habitar complejo de la escuela hoy. Es un tiempo de ajustes de propuestas, de flexibilización; particularmente en relación a la inclusión y la diversidad, sobre todo en cuanto a los procesos de enseñanza y aprendizaje. En definitiva, no todos los estudiantes responden igual ante la organización única del tiempo, de allí la importancia de repensar esa relación, para evitar, en caso extremo, el abandono. Por ello, una práctica reflexionada es necesaria para dar sentido a la tarea institucional, generar saberes u “otros” modos de conocer, abordar lo que acontece y mejorar la calidad de los aprendizajes.

En cuanto a las TIC, las consideramos como espacios en los cuales no sólo circula información, sino también las distintas dimensiones que posibiliten configurar la subjetividad y construir conocimiento por medio de ellas; las competencias de educación digital que se desarrollan en las diferentes propuestas pedagógicas interdisciplinarias son la creatividad e innovación, comunicación y pensamiento crítico. Los estudiantes producen creativamente y construyen conocimiento a través de la apropiación de las TIC; fluctuando entre estudiantes como “usuarios casuales” (uso simple del medio digital) y también “usuarios aspiracionales” (que poseen un manejo más sofisticado).

Escuela Secundaria Nro 3 "Colonias Unidas"-Colonia San Ernesto-Dpto San Salvador-Prof: Benay, Cristina

El tiempo escolar se entiende como el tiempo delimitado en donde se constituye y se mantiene el vínculo pedagógico entre profesor y estudiante, mediado en la actualidad - y a partir sobre todo con la crisis educativa en pandemia - por la cultura digital y sus nuevas formas de enseñar y aprender; es decir, utilizando nuevos instrumentos, espacios, tiempos, y modos de acercar conocimientos y experiencias, en el cual se ponen en juego los códigos de comunicación entre profesor y estudiante -instituidos en las culturas contextuales-, lo que implica un gran desafío en las prácticas y en la gestión institucional que involucra al colectivo educativo para que todos y todas accedan al conocimiento. Este desafío es el que impulsa al diseño de propuestas didácticas que los directivos y docentes de manera mancomunada deben concretar en pos de una educación inclusiva.

El tiempo escolar se entiende como el tiempo delimitado en donde se constituye y se mantiene el vínculo pedagógico entre profesor y estudiante, mediado en la actualidad - y a partir sobre todo con la crisis educativa en pandemia - por la cultura digital y sus nuevas formas de enseñar y aprender; es decir, utilizando nuevos instrumentos, espacios, tiempos, y modos de acercar conocimientos y experiencias, en el cual se ponen en juego los códigos de comunicación entre profesor y estudiante -instituidos en las culturas contextuales-, lo que implica un gran desafío en las prácticas y en la gestión institucional que involucra al colectivo educativo para que todos y todas accedan al conocimiento. Este desafío es el que impulsa al diseño de propuestas didácticas que los directivos y docentes de manera mancomunada deben concretar en pos de una educación inclusiva.

El tiempo escolar se entiende como el tiempo delimitado en donde se constituye y se mantiene el vínculo pedagógico entre profesor y estudiante, mediado en la actualidad - y a partir sobre todo con la crisis educativa en pandemia - por la cultura digital y sus nuevas formas de enseñar y aprender; es decir, utilizando nuevos instrumentos, espacios, tiempos, y modos de acercar conocimientos y experiencias, en el cual se ponen en juego los códigos de comunicación entre profesor y estudiante -instituidos en las culturas contextuales-, lo que implica un gran desafío en las prácticas y en la gestión institucional que involucra al colectivo educativo para que todos y todas accedan al conocimiento. Este desafío es el que impulsa al diseño de propuestas didácticas que los directivos y docentes de manera mancomunada deben concretar en pos de una educación inclusiva.

Poder abordar acuerdos pedagógicos institucionales es un proceso necesario ya que implica "transparentar" propósitos y aunar esfuerzos en pos de un "proyecto común" que ponga en primer lugar el sentido pedagógico institucional.

Las escuelas viven un constante cambio, que se acentuó durante la pandemia, pero también suelen ser las instituciones más conservadoras, a las y los docentes nos cuestan los cambios y, a pesar del uso que les dimos a las TIC en 2020, volvimos a la tiza y al pizarrón. Debemos replantearnos nuestras prácticas para dinamizar la enseñanza y el aprendizaje, utilizando las herramientas que más atraen a las y los estudiantes. Revisar nuestros bloqueos y permitirnos avanzar.

La escuela de hoy es una escuela versátil, abierta a los cambios. Atravesada por las realidades de ayer y de hoy. La pandemia nos obligó a repensar nuestras prácticas diarias y tuvimos que deconstruir el concepto de escuela para movernos de una escuela presencial a una escuela digital aprovechando los beneficios que la tecnología facilita.

Esto también nos hizo repensar en los saberes que se llevan al aula priorizando aquellos que permiten desarrollar habilidades y competencias básicas pero también las específicas de la modalidad que nuestros/as estudiantes necesitan en el proceso de enseñanza y aprendizaje.

E.E.A.T. "Las Delicias" - Gdor. Etchevehere

Al revisitar el camino transitado sobre los nodos desarrollados, seleccionamos las categorías: el tiempo escolar (Nodo institucional), la gestión de las TIC para la enseñanza y el aprendizaje (Nodo digital) y la reflexión sobre las prácticas docentes (Nodo pedagógico didáctico).

Las nuevas configuraciones de organización, en especial del tiempo escolar, requiere pensarse permanentemente, ya que es móvil, dinámico y multidimensional, son múltiples los factores que actúan en él y que son necesarios pensar para dotar de nuevos sentidos el habitar complejo de la escuela hoy. Es un tiempo de ajustes de propuestas, de flexibilización; particularmente en relación a la inclusión y la diversidad, sobre todo en cuanto a los procesos de enseñanza y aprendizaje. En definitiva, no todos los estudiantes responden igual ante la organización única del tiempo, de allí la importancia de repensar esa relación, para evitar, en caso extremo, el abandono. Por ello, una práctica reflexionada es necesaria para dar sentido a la tarea institucional, generar saberes u “otros” modos de conocer, abordar lo que acontece y mejorar la calidad de los aprendizajes.

En cuanto a las TIC, las consideramos como espacios en los cuales no sólo circula información, sino también las distintas dimensiones que posibiliten configurar la subjetividad y construir conocimiento por medio de ellas; las competencias de educación digital que se desarrollan en las diferentes propuestas pedagógicas interdisciplinarias son la creatividad e innovación, comunicación y pensamiento crítico. Los estudiantes producen creativamente y construyen conocimiento a través de la apropiación de las TIC; fluctuando entre estudiantes como “usuarios casuales” (uso simple del medio digital) y también “usuarios aspiracionales” (que poseen un manejo más sofisticado).

 

Escuela Secundaria N° 3 "Colonias Unidas"

Sergio Pavan

Al revisitar el camino transitado sobre los nodos desarrollados, seleccionamos las categorías: el tiempo escolar (Nodo institucional), la gestión de las TIC para la enseñanza y el aprendizaje (Nodo digital) y la reflexión sobre las prácticas docentes (Nodo pedagógico didáctico).

Las nuevas configuraciones de organización, en especial del tiempo escolar, requiere pensarse permanentemente, ya que es móvil, dinámico y multidimensional, son múltiples los factores que actúan en él y que son necesarios pensar para dotar de nuevos sentidos el habitar complejo de la escuela hoy. Es un tiempo de ajustes de propuestas, de flexibilización; particularmente en relación a la inclusión y la diversidad, sobre todo en cuanto a los procesos de enseñanza y aprendizaje. En definitiva, no todos los estudiantes responden igual ante la organización única del tiempo, de allí la importancia de repensar esa relación, para evitar, en caso extremo, el abandono. Por ello, una práctica reflexionada es necesaria para dar sentido a la tarea institucional, generar saberes u “otros” modos de conocer, abordar lo que acontece y mejorar la calidad de los aprendizajes.

En cuanto a las TIC, las consideramos como espacios en los cuales no sólo circula información, sino también las distintas dimensiones que posibiliten configurar la subjetividad y construir conocimiento por medio de ellas; las competencias de educación digital que se desarrollan en las diferentes propuestas pedagógicas interdisciplinarias son la creatividad e innovación, comunicación y pensamiento crítico. Los estudiantes producen creativamente y construyen conocimiento a través de la apropiación de las TIC; fluctuando entre estudiantes como “usuarios casuales” (uso simple del medio digital) y también “usuarios aspiracionales” (que poseen un manejo más sofisticado). Esc. Sec. N°3 "Colonias Unidas"

Paiz Verónica

“La escuela es el territorio en el que se pone a prueba lo común de la existencia. Afirmamos algo y al mismo tiempo, en la afirmación, preguntamos. (Duschatzky, 20017:12)”

En la escuela es Hoy: ¿Qué nuevo rol tenemos que asumir todos los participantes en este “nuevo” escenario escolar?

¿Cómo encender la chispa del conocimiento, cuando tenemos que apagar otros “incendios”?

¿Cómo construir andamiajes para que los estudiantes logren autonomía real que les sirva para la vida escolar y futura?

¿Solo se enseña en el aula?

La pandemia nos dejó preguntas y nos interpelo como docentes en muchas cuestiones. Una de esas fue la obligatoriedad de incorporar el uso de las tics con nuestros estudiantes. Es importante resignificar el encuentro con nuestros estudiantes, como un espacio de construcción de conocimiento, ayudado por estrategias de enseñanzas que trasciendan la idea de un mero espacio físico en el cual desarrollamos el proceso de enseñanza y de aprendizaje. Entenderla también como espacio pedagógico, de poder, de comunicación, de relaciones, de orden y desorden, de consenso y conflicto. Muchas veces pensamos en el aula como un sitio estático, y que debemos salir de ella (patio, biblioteca, laboratorio) para que los alumnos encuentren interés. Si bien, es verdad que salir de la misma es una buena estrategia, la realidad es que la mayor parte de las clases transcurren en el aula. Debemos cambiar la visión que nosotros tenemos de la misma, como un espacio físico estático para poder hacérselas cambiar a nuestros alumnos, los cuales parece que en las misma no encuentran ninguna motivación, sienten apatía, falta de interés, el desagrado por la escuela, común denominador de la educación en nuestro tiempo.

Entonces, ¿cómo logramos transformar ese sitio aparentemente cautivo en un espacio un poco más estimulante o que pueda surgir aunque no estemos en el aula?

Establecer un vínculo con el estudiante, de tal manera que él o ella puedan consultar, preguntar, cuestionar (siempre desde el respeto), y proponer, cambian la forma de ver la clase. Se trata de convertir las clases en un espacio al que el estudiante tiene ganas de asistir y un tiempo que este considera ‘bien invertido’, y que no importe si la clase transcurre en el aula como espacio físico o desde mi casa, ya que una gran dificultad de la virtualidad es poder construir que la escuela va más allá del aula y para la que el mundo digital, de las nuevas tecnologías, nos es de gran herramienta ya que hacen posible la enseñanza de lo mas significativo en un anclaje multiple y atractivo.

 

EEAT N°83 Martin Fierro

El sentido de la escuela hoy se sostiene con propuestas de incorporación de las TIC con base en sus efectos beneficiosos en las prácticas. Se trata de que los contenidos sean desafiantes, vinculados a la vida real e intereses de los estudiantes. Las tecnologías habilitan distintos usos: motivación, ilustración, modelar, reorganizar la información y colaboración. Se trata de que los docentes seamos creativos, asumiendo el desafío de formar en habilidades digitales del S. XXI. Las TIC llegaron para quedarse y su elemento central es la interactividad, permiten aprender haciendo, descubriendo y compartiendo. Hoy en día sabemos que la tecnología amplía el alcance de la clase pero por supuesto no reemplaza al docente, por la cual es central la reflexión sobre las prácticas. El centro está en las propuestas didácticas más que en el uso de la tecnología solamente.

El sentido de la escuela hoy, alude a la necesidad insoslayable de resignificar las prácticas pedagógicas. Por lo antes mencionado, es preciso como Institución, tener en claro los objetivos que la misma se propone y, sobre todo, implica, tener en cuenta las habilidades de los estudiantes respecto al uso adecuado de las tecnologías. Esto facilitará que el diseño de propuestas didácticas, sean viables y, sobre todo, garantizarán la igualdad de oportunidades a cada uno de ellos.

Saludos.

  Al reflexionar sobre Acuerdos Institucionales en el marco de la nueva era digital, debemos buscar evitar la actitud pasiva en el curso, fomentar la participación en el aula en procesos de estudios interactivos y cooperativos que reúnan estudiantes con todos los niveles de habilidad; así como también traer a referencia contenidos de otras asignaturas y experiencias vivenciales aprovechando diferentes plataformas y herramientas digitales, sin dejar de conectar con las raíces regionales.

Hacer escuela hoy, implica asumir desafíos como equipo institucional que amplía la mirada sobre ella, que organiza y desarrolla una propuesta que se construye a partir de objetivos claros y compartidos que favorezcan el aprendizaje de los alumnos. Para esto se requiere no solo el compromiso de los docentes, sino también de su formación permanente, a fin de generar propuestas de enseñanza y aprendizaje para todos los estudiantes, reflexionar sobre ellas, sostenerlas, reformularas según se requiera. Pero sobre todo: El trabajo colaborativo es fundamental para revisar prácticas, acciones, acuerdos, roles y tareas; logrando así construir un proyecto mancomunado y en equipo.

La escuela hoy como organización e institución escolar cumple un rol fundamental para la sociedad y el Estado. Generadora y productora de herramientas pedagógicas, didácticas y sobre todo al "servicio del ciudadano" para construir espacios democráticos de pluralidad, diversidad e igualdad.

E.E.T. N°34 "Gral. E. Mosconi" María Grande

La Institución Educativa es el lugar donde los docentes y equipo de conducción tenemos en cuenta el contexto, las necesidades de todos y cada uno que la forman parte. Es esto lo que conlleva el sentido de la escuela de hoy como un espacio abierto a los cambios, necesarios para hacer una escuela nueva, que acompañe y colabore en los desafíos que afronta la sociedad, explorando las TIC´s, flexibilizando estrategias, tiempos y explorando nuevos caminos.

Ritter - Esc. Sec. N°34 "Carlos Villamil"

Los procesos que configuran la vida institucional son múltiples y complejos; pero la realidad nos impone hacer un recorte con aquello que hoy definimos como prioritario. Hoy se requiere que las escuelas construyan una mirada más amplia y más compleja acerca de las dificultades institucionales. Los tiempos que se transitan generan procesos de revisión de la relevancia e identidad de las instituciones. La escuela no está exenta de dichos procesos.

Este momento que vivimos ofrece una ocasión para imaginar y diseñar otro sistema institucional que asegure la transmisión cultural entre las generaciones. A estas instituciones las podremos seguir llamando escuelas, pero tendríamos que dotarlas de otras funciones y formatos.

La transformación que se pretende desarrollar requiere de una “Cibercultura del Conocimiento” y para ello se necesita un sistema de conocimientos procedimentales a fin de que los usuarios obtengan una comunicación efectiva, accediendo al tránsito y uso de información. Tenemos la necesidad de relacionar de otra manera a los actores sociales e institucionales, al Estado y a las TIC´s, teniendo en cuenta el despliegue de la subjetividad propia de los actores, flexibilizando estrategias, tiempos, explorando nuevos caminos para llegar a una nueva escuela.

Estos vectores se expresan en la realidad de hoy y cada día experimentamos nuevas alternativas de trabajo. El nuevo paradigma del Sistema Educativo pone en el centro de la escena al sujeto, no se enfoca en saberes sino en competencias y capacidades, en donde los agentes del estado (docentes) deben formar en pos de incrementar esos procedimientos mentales, competencias y capacidades para dar respuesta a las demandas de la sociedad del siglo XXI y garantiza las oportunidades y posibilidades de forma igualitaria.

Somos conscientes de que las escuelas como organizaciones son realidades que, como tales, no se caracterizan por la simpleza, sino y, por el contrario, por la complejidad. Consientes de nuestro contexto, nuestros recursos materiales y humanos disponibles y las características de nuestras dificultades diarias, basándonos en cuatro puntos centrales: Inclusión, permanencia, innovación e interdisciplinariedad. Trabajamos desde aulas interdisciplinarias con el fin de garantizar el acceso e igualdad de oportunidades. También, con la adopción de planificaciones móviles que se adaptan al proceso didáctico, a las necesidades del alumnado, a las prácticas docentes, y permite que el tiempo escolar, tiempo educativo, genere vivencias que produzcan placer, que sean satisfactorias. Partir del estudiante protagonista, reconocerlo como sujeto en contexto, como portador de una trayectoria escolar, con intereses variados, habituado a manejarse con lenguajes multimedia-les y aprendiendo mucho por fuera de la escuela, Involucrar a los y las estudiantes en aprendizajes donde los resultados no son las notas de las pruebas, sino sus capacidades para colaborar, conectarse con los demás, crear productos, programas y soluciones innovadoras y ponerlas en práctica en el mundo real, renunciar al método único de enseñanza, partir de una experiencia significativa que permita la multiplicidad de sentidos, entre otras.

 

Escuela Secundaria N°24 "Cabildo Abierto"

La escuela está en “crisis”, la escuela necesita de la crisis para crear nuevas formas de entenderla y vivirla.

El análisis y reflexión de estas situaciones, son necesarias para hacer una escuela nueva, que acompañe y colabore en los desafíos que afronta la sociedad.

Susana Ríos. Prof. Esc. Sec. N°3 "Américo del Prado" - Conscripto Bernardi

La escuela es el lugar donde los actores hacemos que suceda el hecho político de educar, teniendo en cuenta el contexto, las necesidades de todos y cada uno que forman parte. Es esto lo que conlleva el sentido de la escuela de hoy como un espacio abierto a los cambios (acotamientos que irrumpen en el acontecer diario de las escuelas).

 

Ariel Hernández.

Esc. Sec. Nº 3 "Américo del Prado"

La escuela es más que una estructura, es una construcción dinámica donde se negocia permanentemente sentidos y requiere de revisiones de acuerdo a las nuevas habilidades cognitivas que influyen en la manera de aprender, docentes con un conjunto de conocimientos, habilidades y actitudes que promuevan el aprendizaje, y también que lleven al aula propuestas metodológicas integrales y vinculadas a contenidos, tecnologías y contexto.

Parte 1 | TFI | 02