Nombre: Saltos Cruz María Marilú (c8)
Ser desordenado tiene ciertos beneficios, puesto que según lo analizado en el artículo presentado, se observa que muchas veces al estar inmerso en el caos, salen a flote las ideas que, en lo posterior servirán para estimular la creatividad y la vez que se despierta la necesidad de buscar soluciones a posibles conflictos, ya sean emocionales, sociales, educativos, entre otros.
Es también conocido que, no a todas las personas les funciona este hábito, ya que, al contrario de relajarlos o motivarlos, les va a causar ansiedad y desesperación al no presenciar un orden por lo que no podrán concentrarse en sus tareas diarias.