Entre ceja y ceja
Ayer PMD, una niña de 10 años de Alcora, asistió a urgencias a las ocho y media de la noche porque se le había incrustado la punta de un lápiz entre ceja y ceja.
La madre explicó el relato y dijo que estaban en el salón y PMD estaba haciendo deberes en su habitación y parece ser que se quedó dormida, desgraciadamente se le cayó la cabeza encima de un lapicero donde había un lápiz, muy afilado y así es como se la clavó. Los médicos le han abierto un poco la zona donde lo tenía incrustado para sacárselo. Los resultados de la operación han sido exitosos. Ahora la niña está en su casa tranquila y sin ese lápiz. Lo único que le ha quedado de la experiencia es fobia a los lápices.
Marta Hernández Fernández 2B