El Ministerio de Relaciones Exteriores y Movilidad Humana, entre julio de 2020 y diciembre de 2021 en coordinación con la ACNUR, se promovió la integración entre población refugiada, migrante y ecuatoriana vulnerable, a través de la asistencia a las comunidades más afectadas por la pandemia. Esta iniciativa incluyó mejoras en el acceso a servicios de protección social, salud pública, albergues; y se enfocó también en sensibilizar a las personas sobre el virus, impulsando la inclusión de personas refugiadas y migrantes en las respuestas nacionales a la pandemia.
Durante la ejecución del proyecto, se instalaron 186 unidades de alojamiento para refugiados en centros de salud y hospitales, que fueron usadas como áreas de descanso, triaje y aislamiento para potenciar su capacidad para responder a la gran demanda de servicios sanitarios. Además, se suministraron 138.298 equipos de protección personal a miembros del personal humanitario de primera línea, incluyendo: batas quirúrgicas, guantes, mascarillas, respiradores y trajes de protección.
El trabajo articulado entre la Unión Europea, ACNUR y OIM permitió incluir a las personas refugiadas y migrantes en la respuesta que brindó el Estado para frenar la propagación de la Covid-19 en Ecuador. Además, permitió concienciar a las personas sobre el desplazamiento forzado y mejorar la integración socioeconómica de las personas refugiadas y migrantes a través de iniciativas que les permitan volverse autosustentables en el tiempo, pese a la pandemia.